Llano estaba el prado la tarde de la tortura recuerdo luces y móviles y un frío inmenso un frío denso como ese frío intenso de esa tarde de tortura intensa de tortura inmensa de nervios expuestos en la piel en el pelo en las filas en los gritos en tu silencio en tus botas que me viste ahí botado sangrando roto molido perdido podrido después de los aviones después de los tanques después de la guerra solitaria después del enemigo muerto sin pan sin armas sin brazos ni piernas sin vida botado en la esquina en el suelo en el barro la gente los jóvenes los niños el vacío y el tictac de la muerte del silencio de tu silencio de tus botas y las mías rotas huesos rotos mente rota en la tarde rota del frío inmenso del frío denso del frío intenso en las luces y los móviles en el llano prado.
Nos guiaste con otros otras botas otros rostros de Pérez de López de González de Fernández de milico de disfraz porque antes así no eras eras como nosotros construiste con nosotros en el barrio en la villa en las esquinas con las minas con las bicicletas te vestiste un día unas semanas fuera un año en Punta Arenas con fusil con botas frías golpeaste mi rostro deformado bajaste del camión milico como tu solo rompiste mi cráneo comunista con tus botas de guerra eliminaste mis esperanzas al verte tu no viste mi rostro deformado por tus golpes tu golpeaste y mataste en tu disfraz maldito en tu fusil de guerra en tus botas de guerra de la guerra silente de la guerra inexistente y me guiaste con otros con Pérez con Fernández siendo como otro.
Vimos el horror y el amor juntos paradoja mortal de esos años de la vida de la villa del barrio del barro que lamo bajo tus botas en este prado seco de la noche que empieza en las fiestas en la parroquia con la Daniela con la Carola con Montero con Rojas rojos como piures corazones de hoz corazones de enlace de amor de palomas qué palomas ahora tienes garras de guerra de rapiña de miedo estoy muerto con asco te observo en los lienzos que pintamos decoramos firmamos con colores y palomas bajo tus botas ahora bajo tus garras de guerra ahora reventando las paces en piezas los trozos de palomas humanas palomas que marchan que mueren derraman su rojo del alma del cuerpo del que te alimentas ahora con tus botas con tus fusiles con tus garras de guerra.
No te ví más después de Septiembre en la lluvia fría después de fracturado y de sordo no te oí más ordenes mensajes ni barbaries no te ví correr ni matarme en cada paloma muerta que mataste no te vi por la ceguera de mi sangre seca en mis ojos en mi mente en mi alma roja y seca no supe nada más no se como ni cuando en septiembre maldito en septiembre negro te fuiste te marchaste me dejaste desangrado me dejaste te uniste por estrellas en tu hombro por palabras como honor o gloria cambiaste el pan y la leche purita vendiste mi alma roja a tiranos y te marchaste a seguir matando a seguir extorsionando a seguir torturando a seguir sangrando en sangre ajena ni propia sangre ya tienes para sangrarme para verte llorar por la memoria por el barrio por el barro en mis heridas en todas las heridas por la sangre tormentosa por la sangre escrupulosa que mancha tu mente. No hay jabón para tu mente.
jueves, 8 de marzo de 2007
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