Vuelo LA 635 Lan Lima-Santiago, el primer trago de humo encendidos los faroles, giro, lengua, pega; cinturones en los lagrimales y las sonrisas en las ventanas, uno tose entonces por el ahogo cuando está fuerte la cosa, el tren delantero acelera su giro generando calor sudor en las palmas como adrenalina que contagia los estirados labios partidos indoloros, tras el giro y alerón turbulento segunda bocanada de humo con palmetazos en la espalda por la tos cuando está dura la cosa, la pista gira rápido bajo las ruedas veloces de la bestia blanca que se propone contra el cielo, se pierde el peso de la lengua por el paladar blando que suelta las muecas, se oyen risas por las ventanas que lucen el viento como velocidad, y la presión social del aire oprime el pecho vorazmente, paradoja cuando más rápido se está en la tierra más lento se hace el cielo que ahora tercera bocanada profunda parece ofrecer sus nubes como pompones comestibles cuales conejos rubios, gordos en su gracia que genera risa en aumento en la guata al despegar los pies del suelo cuando son como ruedas y pesan toneladas y se elevan por la física y por la necesidad que se huele como un sonido agridulce, humedad que cala hondo en el vertical vértigo de elevarse sin meta al no-horizonte, con la mente en siesta y el cuerpo en fiesta en la día noche soñando con los dos ojos abiertos; hacia dentro.
sábado, 8 de septiembre de 2007
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