Mi lastimoso verte caminar
Es la más exquisita renuncia
Me arrojo sobre el abismo
Como la luz disfrazada de nieblas
Caído asciendo en fracturas
Y mi cuerpo roto no te sigue
Desde el cielo puro me arrojo
Como mustia carne al abismo
Me veo muerto ante el vacío
Destruyendo mi voluntad de hacerte
Reventado en sangre devorado
Por la niebla de la luz que enceguece
Es el calor más exquisito tu ausencia
Matarme y renunciarte
Limpiarme de ti y de tu cuerpo
Arrojarme contra el abismo
Descubrir la luz de lo oscuro
Deseo tenerme muerto
Deseo en ceguera de ti
Porque en ti me destruyo
Porque en mi poesía te invento
Porque muerto puedo amarte
Sin temor a ser cobarde.
viernes, 2 de noviembre de 2007
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